Una pila eléctrica es un dispositivo que utiliza reacciones químicas para geberar una fuerza electromotriz.
Algunos de los productos químicos de las pilas que utilizamos en la actualidad, principalmente el níquel, el cadmio y el mercurio, pueden resultar muy dañinos para el medio ambiente. Estos productos generan contaminación química. Por ello, es muy importante no depositar las pilas agotadas en la basura, sino llevarlas a centros de reciclaje o contenedores especiales.
Cuando el recubrimiento de las pilas se daña, los productos químicos de las pilas se liberan y son absorbidos por el medio ambiente, pudiendo filtrarse a los mantos acuíferos. Una vez ahí, los contaminantes pueden ser absorbidos directamnte por los seres vivos y entrar en la cadena alimentaria hasta llegar a ser consumidos directamente por el ser humano.
Un caso alarmante lo constituye el mercurio, el cual, una vez que se asienta en los mantos acuíferos, se transforma en una neurotixina muy peligrosa llamada metilmercurio que afecta al sistema nervioso, a los riñones y al hígado. El metilmercurio ocasiona también trastornos mentales y daños en el sistema motor, reproductor, del habla, la visión y el oído. Se estima que una micropila de mercurio puede llegar a contaminar hasta 600 toneladas de agua.
También se estima que en la ciudad de México se tiran a la basura 1250 toneladas de pilas usadas al año. ¿TE IMAGINAS TANTA CONTAMINACIÓN?
Algunos de los productos químicos de las pilas que utilizamos en la actualidad, principalmente el níquel, el cadmio y el mercurio, pueden resultar muy dañinos para el medio ambiente. Estos productos generan contaminación química. Por ello, es muy importante no depositar las pilas agotadas en la basura, sino llevarlas a centros de reciclaje o contenedores especiales.
Cuando el recubrimiento de las pilas se daña, los productos químicos de las pilas se liberan y son absorbidos por el medio ambiente, pudiendo filtrarse a los mantos acuíferos. Una vez ahí, los contaminantes pueden ser absorbidos directamnte por los seres vivos y entrar en la cadena alimentaria hasta llegar a ser consumidos directamente por el ser humano.
Un caso alarmante lo constituye el mercurio, el cual, una vez que se asienta en los mantos acuíferos, se transforma en una neurotixina muy peligrosa llamada metilmercurio que afecta al sistema nervioso, a los riñones y al hígado. El metilmercurio ocasiona también trastornos mentales y daños en el sistema motor, reproductor, del habla, la visión y el oído. Se estima que una micropila de mercurio puede llegar a contaminar hasta 600 toneladas de agua.
También se estima que en la ciudad de México se tiran a la basura 1250 toneladas de pilas usadas al año. ¿TE IMAGINAS TANTA CONTAMINACIÓN?
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